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martes, 11 de febrero de 2014

Cómo romper un vaso con la voz



Muchos de nosotros lo hemos visto en las caricaturas y en diversos espectáculos; a una cantante (casi siempre mujer) alcanzando notas tan agudas que permiten romper un vaso. ¿Es por qué cantan mal? ¿Por qué cantan demasiado bien? o acaso, ¿Es una completa mentira?, averigüémoslo.

La voz humana tiene la peculiaridad de ser uno de los instrumentos musicales mas variados y manipulables; puedes cambiar a tu gusto la intensidad, sonido, resonancia, técnica y varios parámetros más. En éste caso, la intensidad y el tono de la voz son los componentes de la voz que nos interesan.

Antes de seguir hablando de voces y canto, recordar que el sonido es un tipo especial de ondas que, a diferencia de las electromagnéticas, necesita de un medio para propagarse, ya sea un líquido, sólido o gas, por que realmente lo que hacen las ondas sonoras es estimular la vibración de las moléculas de la materia, de tal manera que nuestro oído pueda captar ese resultado en la vibración de las moléculas.

Recordemos también que cada material posee una maleabilidad, elasticidad y un arreglo geométrico (red cristalina) distintos. La maleabilidad es la capacidad de un cuerpo para deformarse permanentamente, mientras que la elasticidad lo es para regresar a un estado de reposo después de ser deformado. En el caso del vidrio, éstas propiedades físicas de los cuerpos son prácticamente nulas; puedes deformar a tu gusto un vidrio pero necesitas un gran movimiento molecular (una gran temperatura) para lograrlo.

Definamos "red cristalina" como "que tanto espacio vacío hay en un cuerpo" (una definición tomada con demasiadas pinzas). En los sólidos la red cristalina es muy sólida, por lo que las moléculas no se pueden separar, mientras que en los líquidos es muy "suave" y en los gases prácticamente nula. Ésta otra propiedad es importante para la propagación del sonido, mientras menos maleable sea un material, más difícilmente se propagan las ondas sonoras. Apliquemos todo en dos casos, aire y vidrio.
  • En el aire: Aquí, las ondas sonoras viajan con gran libertad, pueden tocar las moléculas que gusten, rebotar y vivir felizmente ya que prácticamente nada las detiene (aunque su energía lo haga, pero esa es otra historia). 
  • En el vidrio: El vidrio es el tipo sensible de la clase. Las moléculas están muy unidas, por lo que no es muy deformable y las ondas sonoras apenas y pueden propagarse en el mismo, ¿Qué pasa si nuestras ondas vienen muy fuertes? Pues nuestro vidrio, que no anda nunca de humor para sonidos, se rompe. Et voilà 

Regresemos con la voz. Nosotros vamos a tener que "poner sensible" al vidrio estimulando lo suficiente a las moléculas para romper la red cristalina. La clave está en replicar la frecuencia que es creada cuando tu voz toca suavemente el cristal. Esta frecuencia es llamada frecuencia de resonancia. El sonido característico es causado por la vibración del cristal. Si cantas a la misma frecuencia y lo suficientemente fuerte puedes hacer que el vidrio vibre hasta el grado de romperse. Cada vaso o copa difiere en su frecuencia de resonancia, por lo que no hay una precisa clave para ello.

Peeeero, ¿cómo alcanzamos la frecuencia de resonancia? Para ello, primero hay que detectarla. Toma la copa más cercana y golpéala. ¿Notas ese sonido? (Si no, acércate más). Listo. Tienes ya tu frecuencia de resonancia, ahora canta lo suficientemente fuerte para alcanzar esa frecuencia y lo lograste. ¿Todavía no? ¿Por qué no intentas cantar a 100dB?

                                                                                                     Fdo: María Valerio Román. 3º ESO C

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